Alimentos de Madrid: del desayuno a la cena

La Comunidad de Madrid, además de una capital vibrante y cosmopolita, tiene un entorno rural y un tejido agroalimentario que proveen de productos de primera calidad y de primera necesidad.

Detrás de casa productor, hay un nombre que hay que conocer, porque la región madrileña tiene elaboradores de gran prestigio y con productos de mucha calidad. ¿Te has preguntado quién elabora tus productos madrileños favoritos?

Pandelirio es un obrador madrileño cuya panadería y repostería está considerada como de las mejores a nivel regional y nacional.  Sus productos son ideales para desayunar o merendar: degustar estos bocados significa comer artesanía con el sabor de siempre. Panes de masa madre, bollería y granola están entre los artículos más demandados para desayunos y meriendas completos.

Fiambres de calidad

Una de las empresas líder a nivel nacional en fiambres de calidad es la madrileña Frial. Con productos de confianza disponibles tanto al corte como envasados refrigerados. Cabe destacar la pechuga de pavo  y la pechuga de pollo asadas: ambas de producción artesanal, con alto contenido en proteínas, dos productos excelentes con los que disfrutar en el desayuno o la merienda.

Aperitivos a la madrileña

Madrid es una comunidad que aprecia los aperitivos y, en consecuencia, hay distintas empresas de frutos secos, encurtidos y patatas fritas. Sucesores de Ignacio López es una empresa familiar experta en frutos secos desde 1939. Todos su procesos, como el tostado, son artesanales y  la empresa es originaria del castizo barrio de Lavapiés.

Medina, fundada como churrería en 1969 por los hermanos Antonio y José Luis Medina, está especializada en todo tipo de frutos secos y futas desecadas.

Las patatas fritas y otros snacks de La Azucena son apreciados por los madrileños desde 1943, cuando Melchor de la Hija comenzó a freír patatas fritas en una pequeña tienda del centro de Madrid. Con los años, la familia De la Hija se especializó en otros bocados como encurtidos y cortezas de cerdo.

La huerta en casa

Huerta de Carabaña, una finca bañada por un el río Tajuña, situada en Carabaña, en el sur de Madrid, ofrece productos hortícolas producidos a partir de semillas reales, heredadas de generación en generación, obteniendo sabores de antaño, legumbres secas o envasadas y aceite de oliva virgen extra elaborado en la almazara de la propia finca. Además, apuestan fuerte por la sostenibilidad y fomentar el empleo local.

Otras empresas que alimentan a lo madrileños con sus productos hortofrutícolas son Agrícolas Promaver y Los Satas, integradas en el Grupo Jerónimo Barrio, nacido en Pozuelo de Alarcón, y creado hace más de 90 años. Muchas de las hortalizas y verduras vendidas al peso proceden de este grupo casi centenario, que en todos sus años de existencia ha demostrado con creces su gran calidad.

Pescados listos para comer

En 1960, un jovencísimo emprendedor de 17 años, José Mestanza, puso rumbo a los ríos asturianos en busca de salmón fresco para cumplir su sueño: conseguir un ahumado especial e inimitable. Así nació Ahumados Domínguez, que Mestanza llamó así en honor al apellido de su madre. La receta actual de sus ahumados, que es la misma que creara en el siglo pasado y continúa siendo secreta, les ha hecho merecedores de estar en las mejores mesas de alta cocina madrileñas y del resto del país. Su salmón es, simplemente, delicioso, al igual que otros productos como el bacalao.

Otros pescados preparados de modo artesanal en Madrid son las anchoas y sardinas de Casa Santoña, una empresa abierta hace más de tres generaciones, que deleita los paladares de los madrileños gracias a unas suculentas salazones que elaboran con la mejor materia prima del mar Cantábrico.

Carne de la mejor calidad

En un bellísimo enclave de la campiña de Colmenar de Arroyo se sitúa La Finca Jiménez Barbero, un proyecto que iniciaron, hace treinta años, varios hermanos de una familia dedicada al negocio de la carnicería. Con una producción  basada en el cariño y el respeto a los animales, en La Finca de Jiménez Barbero, controlan todos los procesos de principio a fin con el objetivo de conseguir la mejor carne de vacuno posible. Están especializados en vacuno joven y su carne es, sencillamente, deliciosa.

En lo que a selección y distribución se refiere, una de las empresas cárnicas más reputadas a nivel nacional e internacional como es Discarlux, tiene su sede en Madrid Capital.  De allí salen distintas piezas con distintas maduraciones procedentes de animales seleccionados en las mejores ganaderías de España y Europa.

En el apartado de carnes, no hay que olvidar Hamburguesa Nostra, una empresa madrileña que hace más de 15 años revolucionó la producción de hamburguesas proponiendo una nutrida propuesta de hamburguesas de carne de alta calidad, con bajo contenido graso y distintos ingredientes.

Salseo madrileño

El genial cocinero madrileño Dabiz Muñoz firma unas salsas gamberras, de sabores inusitados que deleitan a los paladares que les va la marcha. Elaboradas con ingredientes de primera calidad, son ideales para aderezar multitud de platos. Las más demandadas son las salsa Brava XO y la salsa Ali Oli XO.

También la salsa fresca de eneldo de la conocida empresa madrileña Ahumados Domínguez supone una alegría a la hora de aderezar platos de pescado.

Una golosa merienda

La pastelería artesanal Hermaja, con obrador en la localidad madrileña de Humanes, elabora distintas preparaciones de calidad con ingredientes seleccionados. Galletas, lazos, rosquillas, pastas de té… son algunos de sus dulces más exquisitos.

Vinos de Madrid

En Madrid se elabora vino desde el siglo XII, aunque no fue hasta 1990 cuando se creó la Denominación de Origen madrileña. En la Comunidad Autónoma se producen  en la actualidad vinos de mucha calidad que en los últimos años están cosechando premios y distinciones. La Denominación cuenta con cuatro subzonas: Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar.

Y si quieres acompañarlos de un bocado madrileño, nada como un queso de oveja semicurado Campo Real, elaborados en la población del mismo nombre y con años de prestigio gracias a su buena calidad.

A nadie le amarga un dulce

Onésimo Migueláñez fundó la empresa Migueláñez en 1983 como distribuidora de productos de confitería para Madrid y alrededores, aunque en poco tiempo expandió su red comercial a todo el territorio nacional. Desde hace más de cuarenta años, la empresa es referente en el sector de las golosinas y, además, con un fuerte componente social, ya que se implica en innumerables proyectos benéficos.

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