Si eres un amante de la carne, no dejes de probar la carne de buey de Valles del Esla. Una carne exquisita, no solo por su sabor, sino también por su textura. La crianza de este tipo de vacuno es toda una inversión, estos son criados en libertad en la montaña de León durante más de 4 años. En Valles del Esla están comprometidos con el desarrollo sostenible de este entorno natural mediante la recuperación del pastoreo tradicional, que a su vez es un incentivo para la fijación de la población rural. Estos contribuyen activamente a la preservación de este entorno natural generando el mínimo impacto medioambiental.
Las cosas buenas, llevan tiempo:
La cría de bueyes requiere paciencia y unos cuidados específicos. La clave es una alimentación tradicional adecuada que comienza con un período de lactancia natural, seguido del aprovechamiento en libertad de los pastizales de la montaña de León para finalizar con una dieta rica en cereales y legumbres.
Un sabor único
La carne de buey de Valles del Esla se caracteriza por un sabor muy particular y por una carne muy jugosa. Además, este tipo de buey está completamente ausente de todo tipo de estrés, y gozan de más de 10.000 hectáreas de montañas leonesas por donde pasturan tranquilamente con unas condiciones óptimas.
La calidad de la auténtica carne de buey
Encuentra en todas nuestras tiendas Sanchez Romero esta deliciosa y jugosa carne natural, caracterizada por una textura suave que se deshace en la boca.
A continuación, te proponemos una deliciosa receta con la carne de buey de Valles del Esla, con la que podrás ¡dar un extra de sabor a tus guisos!
Ficha técnica
- Comensales: 6-8 personas
- Duración: 5 horas
Ingredientes
3-5 granos de pimienta negra
2,5 kg de aguja de ternera cortada en trozos regulares
3 Cebollas dulces grandes
10 Patatas para cocer (gallegas si es posible)
5 hebras de azafrán
2 cucharas soperas rasas de carne de pimiento choricero
1 vaso de vino blanco.
Aceite O.V.E.
Sal y Pimienta molida.
Preparación
- Con la carne ya cortada en trozos, enharinamos y doramos. Retiramos y reservamos.
- En una sartén calentamos las hebras de azafrán, con cuidado de que no se quemen. Una vez calientes, las machacamos con la ayuda de un mortero. El polvo de azafrán resultante lo infusionamos con 1,5 l. de agua caliente en un cazo. Reservamos el caldo obtenido.
- Cortamos la cebolla y el puerro en brunoise. En una olla grande calentamos un poco de aceite y doramos la cebolla y el puerro hasta que se pochen bien.
- Pelamos las patatas, las lavamos y secamos, y las cortamos de manera que cortemos con el cuchillo y al final rasguemos la patata procurando que los trozos sean lo más regulares posibles. A continuación, doramos las patatas en la misma olla en la que ya están el puerro y la cebolla.
- Añadimos los granos de pimienta y la pulpa del pimiento choricero y sofreímos someramente.
- Añadimos después la carne que teníamos reservada y el vaso de vino, dejándolo reducir durante 4-5 minutos.
- Podríamos añadir también una cuchara sopera rasa de pimentón dulce de La Vera, al gusto.
- Cubrimos todos los ingredientes con la infusión de azafrán que habíamos reservado en el paso 1 y salpimentamos. Todos los ingredientes han de quedar bien cubiertos, por lo que podemos añadir agua en caso de que sea necesario.
- Cocemos a fuego alto hasta que rompa a hervir, después dejaremos a fuego bajo durante 3 horas y media, aproximadamente.
- Durante este tiempo debemos remover el guiso cada cierto tiempo con movimientos enérgicos.
- El caldo debe de ir espesándose y adquiriendo consistencia.
- Comprobar punto de sal y rectificar si es necesario.
- Listo para servir.
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