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Las gambas, una maravilla gastronómica del Mediterráneo
11 de diciembre de 2020
11 de diciembre de 2020
Vivir cerca del mediterráneo nos ofrece una infinidad de beneficios. El clima, las horas de sol y su gastronomía reconocida a nivel mundial y rica en una variedad de frutas, verduras, mariscos y pescados, hacen de los que vivimos cerca de él unos auténticos afortunados. En Sanchez Romero, os acercamos las riquezas que nos ofrece nuestro país a nuestra sección de frescos, contando siempre con los mejores proveedores para que puedas disfrutar de los frescos de mejor calidad.
La gamba roja es una de los manjares más sabrosos de nuestras costas. Y aunque podemos encontrarlas en casi todo el litoral, hay algunas localidades como Palamós, Tarragona, Dénia, Huelva o Garrucha que acompañan y dan nombre y prestigio a estos ejemplares de marisco.
La gamba roja es fácil de identificar gracias a su color, ya que combina un color rojo rosado con unas finas franjas blancas e incluso pigmentaciones azuladas en algunos casos. El tamaño también puede ser un elemento diferencial para ayudarnos a distinguirlas entre otras especies. La gamba roja suele medir aproximadamente entre 10 y 22 centímetros, aunque lo más común es que no superen los 18 centímetros. Además, es importante tener en cuenta que tiene que haber un desequilibrio entre la cabeza y el cuerpo, siendo esta un poco más ancha, pero teniendo la misma longitud que el cuerpo.
La gamba roja de calidad se caracteriza por ser muy melosa y mantener un equilibrio casi perfecto entre lo dulce y lo salado, un notable sabor a mar pero conservando un punto dulce junto a su melosidad.
Otro manjar de nuestras cosas, es la gamba blanca. Pero esta se encuentra en aguas más frías y es por eso que, en su mayoría, se pescan en el Atlántico.
La más popular, es la gamba blanca de Huelva. La podrás encontrar en los mercados y en la carta de muchos restaurantes, pero también es importante saber reconocerla. Cuando la gamba está fresca es de un color rosado claro y a simple vista se puede observar una veta de color oscuro en su lomo. Cuando se cocina, la carne queda de un color blanquecino y la veta se convierte en un naranja intenso. Además, tenemos que tener en cuenta que la Gamba de Huelva se vende siempre fresca en la lonja. Por ello, para cerciorarse de que se trata un ejemplar fresco, debemos fijarnos en que conserve intactos sus largos bigotes. Si encuentras ejemplares con los bigotes cortos o rotos probablemente sean gambas congeladas y no frescas.
Por último hay un detalle importante a tener en cuenta: su precio. Su alto valor gastronómico provoca que su precio no sea el más barato del mercado.
El lema de “menos es más”, se cumple en ambos casos. Aunque es sabido que en los arroces y las paellas son uno de los ingredientes estrella, si queremos degustar su sabor en su máximo esplendor, la mejor forma de cocinarlas es de la forma más sencilla. Nuestra recomendación para conservar su delicioso sabor sin eclipsarlo con salsas u otros sabores de otros alimentos o guarniciones, es cocinarlas a la plancha, cocidas o a la sal.
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