Los dulces más típicos de San Isidro

13 de mayo de 2021

Mayo es el mes de Madrid. La ciudad y los madrileños celebran las fiestas en honor a su patrón, San Isidro Labrador, entre: romerías, verbenas, atracciones y diversos espectáculos tradicionales con ese toque castizo que nunca puede faltar. Las Fiestas de San Isidro 2021 son las primeras que se van a celebrar tras el parón provocado por la COVID-19 y todavía llegan marcadas por la pandemia. Las actividades se llevarán a cabo en espacios aforados, respetando las medidas sanitarias que garanticen la seguridad en todos y cada uno de los eventos.

En estos días no nos podíamos olvidar de la comida típica de San Isidro. Descubre a continuación la parte más dulce de esta festividad, este es nuestro Top 3:

Las rosquillas, las delicias de San Isidro

Sin duda se trata del dulce más conocido de estas fiestas populares. Podemos degustar diferentes variedades: tontas, listas, de santa clara, francesas, de San Isidro, de limón y la de la Tía Javiera… Las más conocidas son las tontas y listas. Únicamente se diferencian en la capa, las listas van bañadas con azúcar fondant de diferentes colores y las tontas no llevan nada por encima. Su elaboración es muy sencilla solo necesitas: harina, huevo, azúcar, aceite y anís, y pintarlas con huevo.

Barquillos y barquilleros

Sin las restricciones de la COVID, las praderas de San Isidro se prepararían para recibir a los famosos barquilleros envueltos en su traje tradicional de chulapo y su cesta metálica. Este dulce se elabora con una hoja delgada de pasta de harina sin levadura, con azúcar o miel y aromatizada con canela. Antiguamente se vendían en forma triangular o de barco, de ahí el nombre que aún conserva. Hoy es más común encontrarlo en forma de canutillo.

Obleas artesanas clásicas

No podemos olvidarnos de las obleas. Su receta original es muy sencilla, solo necesitas: harina, azúcar, un poco de aceite, un chorrito de agua, esencia de canela o de vainilla y coco rallado para dar consistencia. Los artesanos barquilleros no solo se han limitado a lo tradicional, se atreven a innovar bañando con chocolate algunas de las galletas y canutos.