Alimentos ecológicos: qué esperar de ellos

El optar por la ecología a la hora de alimentarnos no solo es cuestión de comprar alimentos con sello bio. También requiere de cierta conciencia social del consumidor para discernir con qué alimentos se apuesta por un ecologismo real. ¡Te lo contamos!

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Respecto a los productos ecológicos, bio u orgánicos (tres palabras que designan lo mismo en función de sus países de producción), la legislación europea es clara. Todos ellos se producen según un estricto reglamento y un envasado / etiquetado respetuoso con el medioambiente. La agricultura ecológica prohíbe sin excepción el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos (no así el uso de pesticidas naturales, que sí están permitidos).

Por su parte, en ganadería ecológica, está prohibido el uso de antibióticos y fármacos preventivos (no así su uso curativo si el animal está enfermo), el ganado debe poder campar en terreno ecológico o pastar en campos libres de pesticidas no incluidos en la normativa ecológica, desde, al menos, tres años atrás. Además, este tipo de ganadería bio tiene que garantizar que los animales disfruten de una alimentación saludable -que incluye el uso de piensos ecológicos- y bienestar animal.

Si nos remitimos a pescados y mariscos, en la pesca extractiva (salvaje) no hay un sello ecológico sino de pesca sostenible que certifica que la extracción se ha desarrollado de forma sostenible y responsable, utilizando artes de pesca menor, respetuosas con la diversidad marina.

La acuicultura ecológica se basa en los mismos principios de la normativa de producción ecológica que la ganadería, lo que incluye la ausencia de productos de síntesis, el uso prohibido de antibióticos y otros fármacos de modo preventivo, una baja densidad de cría y la apuesta por el bienestar animal, entre otras directrices.

¿Tienen los productos ecológicos un mejor perfil nutricional y organoléptico?

En los productos de horticultura no hay evidencias de un mejor perfil nutricional ni organoléptico, y los beneficios de consumir productos de la agricultura ecológica se centran más en el cuidado del medioambiente. Eso sí, por mucho sello ecológico que tengan, si el producto no es de cultivo local, todo lo que tengan de ecológico se pierde si, para llegar a nuestras manos, han recorrido miles de kilómetros. He aquí, pues, la responsabilidad del consumidor a la que aludíamos al principio del artículo.

Respecto a los productos de origen animal, sí hallamos diferencias entre las características de los alimentos producidos de forma ecológica. Un animal que se alimenta de productos elaborados con ingredientes naturales, al que no se hormona para obtener un mayor rendimiento y cuya vida se ajusta a los parámetros del bienestar animal, ofrece una carne con mejores propiedades organolépticas, incluso tendrá un menor índice de ácidos grasos saturados y un porcentaje superior en ácido linoleico (excelente para la absorción de proteínas y para mantener a raya el colesterol).

La cuestión de cercanía, que no se recoge en la normativa ecológica, es, en cualquier caso, un determinante lógico para el que quiera optar por una alimentación respetuosa con el medioambiente. Observando de dónde vienen los alimentos, contribuiremos de mejor manera al sostenimiento de nuestro entorno.

En los alimentos envasados, podemos observar nosotros mismos de dónde proceden. En los frescos, hay la posibilidad de preguntar al frutero, carnicero o pescadero sobre su origen. Si el pescado es salvaje, las zonas FAO de captura nos indican la procedencia. Las más próximas a España son FAO 37, FAO 27 y, en Canarias, FAO 34.