Comer fruta tiene premio

21 de agosto de 2017

Los niños se enfrentan cada día a nuevas y apasionantes aventuras. Necesitan aprender, correr, jugar y descubrir el mundo a su alrededor. Por eso es importante que sigan una buena alimentación y que coman al menos 3 piezas de fruta al día para tener el aporte de energía y vitaminas necesario para enfrentarse a los nuevos retos.

Pero hacer que los más pequeños coman la fruta y verdura que necesitan para una alimentación sana y equilibrada suele ser una tarea complicada.

Según los Organismos Internacionales como OMS o FAO, los menores deben consumir una media de 400 g diarios de fruta y verdura, pero solo un 38% de los menores consumen más de una fruta al día.

¿Por qué los niños deben comer fruta?

El consumo diario de frutas y verduras es fundamental para el crecimiento y la salud de los más pequeños. Consumir entre 3 o 5 piezas de fruta y verdura al día ayuda a prevenir enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y prevenir la obesidad infantil.

La fruta es uno de primeros alimentos sólidos que prueban los bebes, por su fácil digestión y propiedades nutritivas. Su alto contenido en agua, fibra y vitaminas son fundamentales para el crecimiento, desarrollo intelectual y el buen funcionamiento de su organismo.

¡Lo vamos a conseguir!

Así que ya lo sabéis, papás: tenéis que conseguir que vuestros hijos coman fruta. Y lo vamos a conseguir, si seguís estos consejos:

Tener siempre fruta a mano: en casa, a la salida del cole, etc. ten siempre una pieza de fruta lista para cuando tenga hambre. Incorpora la fruta a vuestras rutinas con naturalidad, como un aperitivo sabroso, dulce y refrescante para reponer fuerzas en cualquier momento del día.
En la variedad y la originalidad está el gusto: Las piezas de fruta enteras pueden resultar aburridas para los más pequeños. Prueba a ofrecerles macedonias, batidos naturales o helados hechos con jugo de frutas. Esta será una manera divertida de darles a conocer nuevas frutas y descubrir sabores que, de otro modo, habrían podido rechazar.
Ni castigo, ni premio: Aunque en algunos momentos pueda resultar difícil, no hay que forzarles a comer, para que no asocien la fruta a momentos desagradables. Tampoco hay que premiarles si lo hacen. Ni deben percibir la fruta como un castigo ni como un premio, sino algo cotidiano y natural que forma parte de su día a día.
Que sigan tu ejemplo: si toda la familia incorpora la fruta en su dieta diaria, será más fácil para ellos incluirlas también. Ya sabemos que los niños imitan a sus mayores… Además, comer lo mismo que tú les ayudará a coger confianza y a probar cosas nuevas. Si ven que tú también lo haces, seguro que disfrutarán compartiendo esos momentos contigo.
Ellos pueden preparar sus propias recetas: Una buena manera de mejorar su alimentación es hacerles partícipes de la elaboración de los alimentos. La fruta es una forma sencilla de comenzar, ya que no requiere mucha elaboración. Que ellos mismos decidan con qué frutas decorar sus platos. Verás que poco a poco incorporaran nuevas frutas a sus diseños, y con ello a su alimentación.

La vuelta al cole es un momento idóneo para incluir la fruta en su nueva rutina. Acostumbrarles a comer fruta en la merienda o el desayuno les aportará el extra de vitaminas y azúcares necesarios para afrontar el nuevo curso. Una pieza de fruta en su mochila puede convertirse en un aliado para los primeros días de cole.